terça-feira, 4 de março de 2008

"A diplomacia colombiana está acéfala", dizem analistas colombianos

O jornal colombiano El Espectador de hoje pergunta "¿En dónde está la Cancillería?" E continua perguntando "¿Por qué fue el Ministro de Defensa el que salió a anunciar que la operación militar para capturar a Raúl Reyes y otros guerrilleros se realizó en territorio ecuatoriano? ¿Por qué Colombia aceptó semejante hecho mediante un comunicado y no utilizó los canales diplomáticos disponibles para manejar estos temas? ¿Por qué cuando Ecuador expresa su molestia sale el Canciller a reconocer que sí se había violado la soberanía de Ecuador, pese a que en un primer comunicado se negara la violación del espacio aéreo o territorial del vecino país? ¿En qué momento el Ministerio de Relaciones Exteriores pone a sus embajadores a trabajar para evitar la escalada diplomática a la que estamos llegando? ¿Es ahora el director de la Policía, el general Óscar Naranjo, el encargado de manejar las relaciones internacionales a punta de las revelaciones del computador? ¿Dónde está el ministro Fernando Araújo?" A conclusão do jornal, citando analista, é clara: "La Cancillería colombiana está acéfala”. Pelo lado brasileiro, ao contrário, muita precisão. O Departamento do Itamaraty responsável pela América do Sul não contava com tantas emoções, mas a resposta está sendo boa. Ao contrário do que pretendem os tucanos de Míriam Leitão, o Brasil não tem que criticar o Equador. A violação das leis internacionais até agora comprovada foi feita pela Colômbia - e é esse país que precisa, no mínimo, pedir desculpas. Esse é sem dúvida o primeiro passo para se retomar um clima de paz. O resto é apenas antichavizmo desenfreado.